La pintura es la huella digital de una persona donde en cada gesto se transmite una emoción. Pinto, porque es mi forma de indagar la realidad, de cuestionarme sobre el sentido y los temas existenciales del hombre.
Pintar y descubrir como comienzan a surgir las imágenes que tenía en la mente, así sea
un animal, una persona, un paisaje es una sensación mágica. Y disfruto tanto pensarlo, imaginarlo cuanto abandonarme a mi inconsciente.
Y la obra que surge es una mezcla de espontaneidad y reflexión. Uno observa, el cerebro piensa, la imaginación vuela y la mano ejecuta con ese gesto que hace único a cada artista. Comienzo con una mancha, y ésta va adquiriendo volumen y forma; donde el estado anímico y la historia personal juegan un papel preponderante.
El ritual de disponer los materiales, los aceites, pinceles, la paleta me va sumergiendo en un estado meditativo.
Compartir mi visión del mundo y la naturaleza que tanto amo me liga con el universo.